martes, 17 de febrero de 2009

ARBOIRO SE MUERE

Desde mi humilde condición de hombre de a pie, quiero rendir un homenaje cargado de melancolía a mi Arboiro natal.Un homenaje a todos los que allí nacieron y sobre todo a los que se han visto forzados a vivir lejos de sus raíces.

Arboiro se muere, casas deshabitadas, caminos, corredoiras, prados y barbechos, convertidos en bosques intransitables, son el fiel testimonio de su inminente desaparición.
Los profetas del bienestar y del desarrollo hicieron creer que era necesario emigrar para encontrar la tierra prometida y encontraron largas jornadas laborables de duros y penosos trabajos. A los que mejor les salió la promesa, han conseguido un habitáculo hipotecado durante largos años; viven entre colmenas de hormigón recordando el olor de los robledales, el calor de familiares y vecinos, los chasquidos de la leña que ardía en la lareira y la serena libertad de que gozaban. La resignación es su inseparable compañera de viaje. Son entes solitarios sufriendo el desbastador avance de un volcán en constante erupción.
Esos profetas, han conseguido que mi aldea esté agonizando porque los trabajos y esfuerzos de nuestros ancestros, no han tenido continuidad por no haber realizado una transformación progresiva y racional del medio rural que hoy pudiese convivir con centros de ocio en un lugar incomparable.
Sorprende ver como muchos gobiernos y empresas de otros países tratan de comprar tierras en distintos lugares del planeta, para convertirlas en despensas de futuro y que nosotros las hayamos abandonado.
Llama la atención oír hablar de ayudas y subvenciones a países en vías de desarrollo y haberse olvidado de las vías de desarrollo de mi querido Arboiro y de mi querida comarca.
Reflexionen sobre los errores cometidos, pongan encima de la mesa el libro del buen hacer y con urgencia, ejecuten la concentración minifundista, planifiquen, promocionen e implanten negocios rentables y duraderos.
No dejen morir a mi pueblo, están a tiempo, que el último habitante, de los cuatro que quedan, pueda ser amortajado y enterrado por sus familias y vecinos como siempre ha sucedido.